Como su nombre indica el hormigón armado es un sistema de construcción mixto compuesto de una estructura de barras acero (armadura) recubiertas de hormigón.

Cuando este tipo de estructuras soporta tensiones que superan su capacidad de resistencia existe la posibilidad de que lleguen a presentar fisuras. Estas tensiones son producidas de forma espontánea por el propio material debido a contracciones térmicas o rigideces que se manifiestan generalmente su superficie a modo de fisuras.

Las fisuras son roturas que surgen en la capa externa del hormigón y que, de no ser tratadas a tiempo, pueden evolucionar aumentando su dimensión y profundidad hasta generar una grieta que afecte de un modo serio a la integridad de la estructura.